Estaba terminando de comer cuando noté que por la calle estaba pasando algo pesado, ¡pero no! ¡era un terremoto!, sentí como se movía el suelo, era parecido a una ola.
Mi padre me dijo que nunca había notado un temblor de tierra.
Todo el mudo salió a la calle.
Le dije a mi padre que chulo había sido y él me contestó que no sabía lo que decía pues un temblor un poquito mayor podía causar mucho daño.
Adiós