viernes, 29 de enero de 2010

¡Que pesados!

El pasado fin de semana, tuve que ir a urgencias del materno porque tenía fiebre y con lo que mis padres me daban no me bajaba la temperatura.
Llegamos al materno y le dieron a mi padre unos papeles que después entregó a una celadora. Enseguida nos llamaron y preguntaron a papá que me pasaba, el le dijo a la enfermera que en casa tenía 38,5 de fiebre y no me bajaba, la enfermera dijo que esperásemos en la sala y que nos llamarían enseguida. Pero el tiempo pasaba y no nos llamaban y yo cada vez me sentía peor.Yo protestaba a papá y el me decía que había muchos niños y teníamos que esperar un poquito. Cuando pasaba hora y media de haber llegado, papá fue a hablar con la celadora para decirle que la temperatura me subía y no me habían dado nada. Enseguida me tomó la temperatura una enfermera que dijo con preocupación que tenía 39,5, me dieron rápidamente un medicamento que me hizo bajar la temperatura. Al ratito me vió la pediatra y me dijo que estaba bien, me mandó medicamentos para la fiebre y nos dijo que nos podíamos ir a casa. Yo me puse muy contenta porque estaba harta de estar allí.
Le he dicho a mis padres que si es posible no me lleven mas a urgencias por que son unos pesados.

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